Hola H, sabiendo que estás ahí me atrevo a empezar. Este es un medio, una mesa en el medio del cuarto, con libros y escritos que se apilan. Ya veremos qué hacer con ellos. La propuesta, por ahora, es preparar el momento. Hablar sobre el oficio. Entretenernos con las propias experiencias, aprender de seguros errores y probables aciertos. Recordar nombres de autores y transmitirnos lo que aportaron al goce de ese rato silencioso, a nuestra visión del mundo, al hacer cotidiano. La escritura sirve para eso, entre tantas otras cosas. En una página puedo ser amo y señor (me lo dijo un dibujante de 10 años). También puedo nutrir con ella el cesto de los papeles, después de arrugarla y lanzarla con tiro certero. Doble. Acertaste esta vez, le digo al escribiente, que vengo a ser yo. Y luego lo estimulo y me asocio a su empresa solitaria. Vamos bien. Tira o tacha. Pero recuerda que esto es cimiento, raíz enterrada, semilla que alimenta el huerto. Vacía ya la mesa de libros, coloca otra página y adelante. Volveremos a vernos. Gracias por tu presencia y tu estímulo, que nos ayuda a avanzar.
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